domingo, 6 de marzo de 2011

It's been a while...

Noc noc, ¿hay alguien por aquí? Ha pasado bastante tiempo desde al última vez que escribí por estos lares... La razón es simple: caos. Verán, hasta hace poco me parecía que habían razones por las cuales estar estresada: defender una tesis, organizar un evento importante, lanzar un libro y que te entrevisten de mil partes, planear un viaje, cambiar nana, problemas de plata, problemas de vida o muerte de mi hija, junto con su primer día de clases y más... El último año siento que tuve un evento estresante tras otro o encima, al menos todos los mencionados en este párrado, sumados a la muerte de mi papá y mi gato regalón y compañero de años.

Y sí, me parecía que estaba viviendo circunstancias estresantes y que mi estrés estaba totalmente justificado. Hasta que alguien me dijo: claro, antes era la U, ahora esto, siempre es algo... ¿Hasta cuando creo que alguna vez esto terminará? ¿Hasta cuando vivo en esta ilusión de que son situaciones puntuales las estresantes? ¿Por que no admitir que simplemente vivo estresada, que es un problema personal?


Hasta cierto punto, me parecía razonable creer que efectivamente estaba viviendo por situaciones estresantes. Algunas creo que nadie negará que sí lo son, como la muerte de un ser querido que forma parte de tu estructura vital, otras quizás son sólo estresantes para mí, otras son situaciones a las que simplemente tengo que acostumbrarme.

Quizás es que me lo tomo todo con mucha seriedad o quizás me lo tomo todo con mucha emoción... Porque para mí 'estresarme' no significa estar incómoda, desesperada ni estar pasándolo mal. Para mí significa estar aprovechando esta vida que es lo más importante que tengo y que quiero hacer algo útil con ella además de disfrutarla.


Y vuelvo a pensar que el problema ha sido el exceso de eventos estresantes, porque siento que el estrés ya me está afectando negativamente. Siento que se manifiesta con dolencias físicas, con un cerebro que trabaja con media neurona, una visión difusa de las cosas y las ganas imperantes de sólo comer y dormir durante meses. Sí, este estrés ha venido con varios kilos de más.

Pero... ¿y? Dejemos la baja de peso para los malos momentos. Tengamos hartas reservas para los malos momentos. Si te invitan un helado, disfruta el maldito helado porque perfectamente podrías no tener a nadie que te invite el helado, no poder pagar el helado o no poder comerte el maldito helado. Sí, estoy estresada, pero estoy haciendo mi mejor intento por no colapsar y que las cosas funcionen.

Y si no funcionan o colapso, ya sabe... Invíteme un helado.